martes, 15 de julio de 2014

STRAUSS A LA ESPAÑOLA


Día: 22 de diciembre de 2009
Hora: 22,30h.
Solistas: Liudzmila Lazarchick, soprano
Tatsiana Tretiak, sorpano, soprano
 Elena Shevedova, soprano
Orquesta:
Strauss Festival Orchestra con ballet
Director/a:
Aidar Torybaev, Nikolai koliadko, Alexander Titov
Obras: Johann Strauss II (1825- 1899)
Valses, polkas, marchas



Veintidós de diciembre: ambiente de Año Nuevo vienés en el Auditorio Nacional de Música de Madrid a cargo de: la Strauss Festival Orchestra y del Strauss Festival Ballet Ensemble. Ambos, un proyecto surgido en 1910 y que lleva cada año la música de Strauss a nuestros auditorios con ocasión del Año Nuevo.

El Auditorio a las diez y media de la noche del citado día veintidós de diciembre, era un hervidero de personas que acudían ansiosas a escuchar en Madrid la interpretación de las famosas polkas y valses de Strauss II (1825-1899), que todos los primeros de año nos ofrece por televisión la Orquesta Filarmónica de Viena.

El programa, comenzaba abriendo la velada con la más que apropiada Obertura El Murciélago, siguiéndolo a ésta, obras como: Rosas del Sur, la polka  De caza… y como final de esta primera mitad, interpretaron la Sinfonía “de los adioses”, (adagio) de Haydn.
En la segunda parte nos ofrecieron, entre otras obras: El vals del Emperador, Cuentos de los bosques de Viena, la polka Klipp klapp, Sangre vienesa…

La interpretación a cargo de la orquesta fue la esperada, los músicos supieron transmitir al público la alegría y dinamismo de los valses y polkas vieneses, salvando algunas idas de tempo; no así el ballet, que nos sorprendió desde varios frentes: desde el punto de vista estético: con un baile aflamencado que iba acorde con el vestuario de las bailarinas, provisto de volantes, claveles en el pelo y abanicos, y desde el punto de vista visual: mediante su baile descoordinado y desacompasado con la orquesta.
De esta manera, valorando la importancia del elemento visual, el concierto no consumó el objetivo de permitir al oyente transportarse completamente a la Viena imperial del siglo XIX, dejándolo, así en un estadio intermedio entre los grandes bailes vieneses y un espectáculo propio de la feria de Sevilla con un regusto a vals.

Sin embargo, cabe valorar también el aspecto humorístico durante el transcurso del concierto, así en la interpretación de la polka De caza, uno de los integrantes de la orquesta, provisto de gorro y escopeta amenizó la polka simulando la caza de un pato de peluche.
La sinfonía “de los adioses” de Haydn, comenzó con la aparición en el escenario de uno de los percusionistas de la orquesta que provisto de un silbato y una pancarta que rezaba: “Si no pagas no tocamos”, preparó al público para la salida paulatina de los músicos del escenario durante la interpretación de la obra.
Durante la interpretación de la polka Champaña, el director y otro de los músicos brindaron con champán.
También los músicos intervinieron en la interpretación de algunas marchas y polkas con gritos y vítores.

Otro de los aspectos a comentar de este concierto fue la intervención de la solista Elena Shvedova en algunas de las piezas como el aria de Adela de “El Murciélago”, o “Cuentos en los bosques de Viena”.
La soprano, en sus primeras apariciones en escena cantó sin demasiada brillantez, flojeando en los agudos y siendo sepultada por la orquesta en los graves, pero poco a poco fue empastando la voz con la textura orquestal hasta ofrecer una perfecta interpretación del vals Voces de primavera, consiguiendo de esta manera, arrancar al público una gran ovación al final del concierto.

Como bis interpretaron  El Danubio azul acompañado una vez más por el ballet y La marcha Radetzky empañada por las acostumbradas palmadas a destiempo por parte del público, y que, a pesar de los vanos esfuerzos del director por dirigir al público, se hicieron durante toda la obra. Bien es sabido que dirigir al público asistente es trabajo arduo para cualquier director que se precie.

En conclusión, la impresión global del concierto no fue del todo satisfactoria; ya que dejaba intuir al oyente estar asistiendo a un concierto bastante poco ensayado y coordinado.



Lourdes MS Figueroa
                                                                       Crítica publicada en la revista virtual Inventio Magazine

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