Inauguro la
sección de Compositores. Cada entrada irá en dos entregas: La primera versará
sobre anécdotas divertidas y curiosas sobre sus vidas y la segunda estará
dedicada a algunas de sus obras y las circunstancias anecdóticas en clave de
humor en la que fueron compuestas o estrenadas.
Comencemos por
Tchaikovsky (1840-1893) Estilo: Romántico
Tuvo una vida
difícil, sobre todo a causa de su homosexualidad, algo peligroso en el siglo
XIX, por ello intentó apaciguar las habladurías y contentar así a la sociedad
rusa casándose en una ocasión y después, una vez logra huir de su mujer,
manteniendo una relación a distancia con una riquísima viuda.
Su matrimonio
empezó mal e iba de mal en peor. Durante su primera noche de casados, Piotr en
medio de un ataque de histeria y llorando le confesó a su mujer que no podía tener
relaciones sexuales. Para evitar todo contacto físico con ella huía de casa
cuando se acercaba la noche y no regresaba hasta varias horas después, en una
de esas salidas se arrojó dramáticamente al río Moscova, cuyas aguas eran muy
frías, con la firme intención de sucidarse, pero no consiguió su objetivo,
gracias al Buen Señor. Junto con su hermano ideó un plan para huir de su
esposa, el plan resultó y jamás volvió a verla. “Después de vivir treinta y
siete años con una aversión innata al matrimonio, es muy angustioso verte
obligado, por la fuerza de las circunstancias, a desempeñar el papel de novio,
sin que, por otra parte, la novia no me atraiga en absoluto”
En
cuanto a la segunda relación hetero, la relación fue extraña. Fue un relación
epistolar- entiéndase por carta-, quedaron en que jamás se verían en persona.
Hicieron todo tipo de cosas para no cruzarse uno en el camino del otro: Se
informaban de sus viajes para no encontrarse, se escribían diariamente
contándose sus quehaceres para no cruzarse por la calle, pero mientras seguían
con la relación epistolar: Hablaban sobre la vida, la música, el arte en
general, etc... Sólo se vieron una vez en la vida, pero por accidente: lo
típico, el compositor sale a dar un paseo más largo de la habitual; ella vuelve
un poco más tarde a su casa... y ¡zas! Pero ninguno dice nada, Piotr sólo
saluda con el sombrero al cruzarse y sigue caminando sin volverse. Luego la
relación acaba por problemas económicos de la señora y a Piotr se le entristece
el corazón, puesto que ella era su única amiga y confidente.
Pese a todo
sigue componiendo.
Su fama se iba
acrecentando cada año, en los cuales hacía giras, también viajó a EEUU.
Su primera
sinfonía la escribió en 1866, su primera obertura en 1870, su primer cuarteto
en 1871. Aceptó escribir un ballet, un género raro de cultivar en aquella
época: Tchaikovsky había organizado funciones teatrales en la casa de campo de
su hermano en las que participaban sus sobrinos; durante estas funciones se
representaban cuentos, y le llamó la atención uno que se basaba en un cuento
tradicional ruso y así nace el archiconocido Lago de los cisnes, que
podéis escuchar de fondo.
Tchaikovsky
murió joven el 6 de noviembre, y las circunstancias de su muerte siguen
envueltas en el misterio. La versión oficial es que murió de cólera tras beber
agua contaminada, pero hay otra versión todavía más esperpéntica. La viuda de
Nikolai Jacobi acusa a Piotr de haber tenido una relación homosexual con el
sobrino de un duque. Tal duque escribe una carta que le entrega a Jacobi para
que éste se la diera, a su vez, al zar. Jacobi llama a Piotr para que vaya a su
casa y allí acuerdan que la mejor solución es que el pobre compositor se
suicide, de esta manera Jacobi podría mantener la carta en secreto y conservar
su honor. ¡Lo que mande la señora!
Fuera su
muerte de una manera o de otra lo que sí es cierto es que el compositor de El
lago de los cisnes tuvo un funeral por todo lo alto y le fueron dedicados
elogios y conmemoraciones varias... después de muerto el burro... ay madre.
Bibliografía:
LUNDAY,
ELIZABETH: Vidas secretas de Grandes Compositores: Barcelona: Océano, 2012
PLANTINGA,
LEON: La música romántica: Madrid: Akal música, 1992
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