Prometía ser un viaje en el tiempo de la mano de Ruperto Chapí
(1851-1909), hasta el Madrid de 1897; prometía ser una visita a un patio de
vecinos muy concurrido, con Felipe y Mari Pepa como protagonistas. Allí es hasta
donde los Teatros del Canal tenían intención de trasladarnos, con la
conmemoración de los cien años de la muerte de Fernández Shaw, uno de los dos
libretistas de esta zarzuela: La
Revoltosa, pero el Delorean nos trasladó al año falso.
La representación de este sainete lírico en un acto, tuvo lugar en la Sala verde de los anteriormente
nombrados Teatros del Canal, siendo representada allí desde el día 30 de abril
de este mismo año.
La música estuvo a cargo de la JORCAM Académica, orquesta y coro, bajo la
dirección de Miguel Roa y Manuel Coves.
En el reparto teatral contamos
con las actuaciones de:
Sandra Ferrández
en el papel de Mari Pepa
Marco Moncloa en
el papel de Felipe
Emilio Gavira en
el papel de Candelas
Marina
Rodríguez-Cusí en el papel de Soledad
Itxaro Mentxaka
en el papel de Gorgonia
Paco Lahoz en el
papel de Cándido
Tony Cruz en el
papel de Tiberio
Sandro Cordero
en el papel de Atenedoro
Mar Abascal en
el papel de Encarna
Quique Gómez
Vallalta/ Oliver J. Bartek en el papel de Chupitos
Yasmina Pineda en
el papel de Bailarina
La escenografía y el mobiliario escénico, a cargo del también director de
escena Juan Carlos Pérez de la Fuente, podían ser visualizados nada más acceder
al teatro y se mostraban
ante el oyente como algo sobrios y
estáticos. Tal escenografía, incluyendo las consabidas escaleras en color rojo que
conducen al piso de arriba, constituirían el patio vecinal donde transcurre
esta zarzuela.
La representación comenzó puntual con el más que esperado Preludio que abre paso a este sainete lírico.
Cabe destacar desde el primer momento la estupenda interpretación
orquestal bajo la dirección de los anteriormente citados Miguel Roa y Manuel
Coves.
El Preludio, considerado la
“Sinfonía de Madrid”, hizo gala de su acostumbrado cuerpo sonoro y de su
textura densa que traía a nuestras mentes el ambiente chulapo del Madrid del
siglo XIX mediante característicos giros melódicos y el uso de ritmos de jotas,
seguidillas y guajiras. Durante su ejecución, se visualizaba en el escenario el
baile aflamencado de la bailarina del reparto (Yasmina Pineda), que, vestida
con un traje de encaje blanco y un mantón de Manila rojo, deslució este
vibrante Preludio con un baile
individual, que nos hacía echar de menos una participación más numerosa en
escena acorde con el arranque musical festivo de este Preludio.
La acústica del teatro no era la idónea y se echaba de menos, por parte
de algunos de los intérpretes, una proyección vocal adecuada que pudiera
permitir al público disfrutar de una cómoda escucha sin tener que agudizar el
oído en algunos momentos.
Cabe destacar la espléndida interpretación escénica y musical de Emilio
Gavira en el papel del Señor Candelas,
que aportó dinamismo y diversión a la escenificación de este sainete.
Durante la escucha del famosísimo dúo entre Felipe y Mari Pepa, era
lícito percatarse de algunos desajustes en el tempo entre cantantes y orquesta debidos a la poca atención prestada
al director por parte de dichos cantantes, a la ya referida falta de proyección
vocal de los intérpretes y la poca acústica del teatro. Como resultado
obtuvimos un dúo no exento de frenesí y arrebato aunque sí de lucidez vocal por
parte de la protagonista. La escena concluyó con un final turbio debido a una pasión
excesivamente desenfrenada que acabó por arrancar, por un lado, la camiseta de
Felipe a manos de una Mari Pepa entregada a fervientes pasiones, y, por otro,
murmullos y risas nerviosas en el público.
Al final de la representación, intérpretes y oyentes pudieron percatarse
del exiguo entusiasmo de la ovación final. En resumen, pocos aplausos y “un público divertido que se iba por donde
había venido”.
Como conclusión del viaje, hay que señalar que no se pudo disfrutar
plenamente de los enredos y conjuntos vocales acaecidos en ese patio de vecinos
madrileño en tiempos de verbena. Alguien manipuló el Delorean.
Día: 4 de mayo
de 2011
Hora: 21:00h.
Solista/s:
Sandra Ferrández
en el papel de Mari Pepa
Marco Moncloa en
el papel de Felipe
Emilio Gavira en
el papel de Candelas
Marina
Rodríguez-Cusí en el papel de Soledad
Itxaro Mentxaka
en el papel de Gorgonia
Paco Lahoz en el
papel de Cándido
Tony Cruz en el
papel de Tiberio
Sandro Cordero
en el papel de Atenedoro
Mar Abascal en
el papel de Encarna
Quique Gómez
Vallalta/ Oliver J. Bartek en el papel de Chupitos
Yasmina Pineda
en el papel de Bailarina
Orquesta:
JORCAM Académica
y coro
Director/es:
Miguel Roa y
Manuel Coves
Dirección de
escena:
Juan Carlos
Pérez de la Fuente
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