martes, 15 de julio de 2014

LA REVOLUCIÓN DE LA REVOLTOSA




Prometía ser un viaje en el tiempo de la mano de Ruperto Chapí (1851-1909), hasta el Madrid de 1897; prometía ser una visita a un patio de vecinos muy concurrido, con Felipe y Mari Pepa como protagonistas. Allí es hasta donde los Teatros del Canal tenían intención de trasladarnos, con la conmemoración de los cien años de la muerte de Fernández Shaw, uno de los dos libretistas de esta zarzuela: La Revoltosa, pero el Delorean nos trasladó al año falso.
La representación de este sainete lírico en un acto, tuvo lugar en la Sala verde de los anteriormente nombrados Teatros del Canal, siendo representada allí desde el día 30 de abril de este mismo año.


La música estuvo a cargo de la JORCAM Académica, orquesta y coro, bajo la dirección de Miguel Roa y Manuel Coves.
En el reparto teatral contamos con las actuaciones de:
Sandra Ferrández en el papel de Mari Pepa
Marco Moncloa en el papel de Felipe
Emilio Gavira en el papel de Candelas
Marina Rodríguez-Cusí en el papel de Soledad
Itxaro Mentxaka en el papel de Gorgonia
Paco Lahoz en el papel de Cándido
Tony Cruz en el papel de Tiberio
Sandro Cordero en el papel de Atenedoro
Mar Abascal en el papel de Encarna
Quique Gómez Vallalta/ Oliver J. Bartek en el papel de Chupitos
Yasmina Pineda en el papel de Bailarina

La escenografía y el mobiliario escénico, a cargo del también director de escena Juan Carlos Pérez de la Fuente, podían ser visualizados nada más acceder al teatro y se mostraban ante el oyente como algo sobrios y estáticos. Tal escenografía, incluyendo las consabidas escaleras en color rojo que conducen al piso de arriba, constituirían el patio vecinal donde transcurre esta zarzuela.
La representación comenzó puntual con el más que esperado Preludio que abre paso a este sainete lírico.
Cabe destacar desde el primer momento la estupenda interpretación orquestal bajo la dirección de los anteriormente citados Miguel Roa y Manuel Coves.
El Preludio, considerado la “Sinfonía de Madrid”, hizo gala de su acostumbrado cuerpo sonoro y de su textura densa que traía a nuestras mentes el ambiente chulapo del Madrid del siglo XIX mediante característicos giros melódicos y el uso de ritmos de jotas, seguidillas y guajiras. Durante su ejecución, se visualizaba en el escenario el baile aflamencado de la bailarina del reparto (Yasmina Pineda), que, vestida con un traje de encaje blanco y un mantón de Manila rojo, deslució este vibrante Preludio con un baile individual, que nos hacía echar de menos una participación más numerosa en escena acorde con el arranque musical festivo de este Preludio.
La acústica del teatro no era la idónea y se echaba de menos, por parte de algunos de los intérpretes, una proyección vocal adecuada que pudiera permitir al público disfrutar de una cómoda escucha sin tener que agudizar el oído en algunos momentos.
Cabe destacar la espléndida interpretación escénica y musical de Emilio Gavira en el papel del Señor Candelas, que aportó dinamismo y diversión a la escenificación de este sainete.
Durante la escucha del famosísimo dúo entre Felipe y Mari Pepa, era lícito percatarse de algunos desajustes en el tempo entre cantantes y orquesta debidos a la poca atención prestada al director por parte de dichos cantantes, a la ya referida falta de proyección vocal de los intérpretes y la poca acústica del teatro. Como resultado obtuvimos un dúo no exento de frenesí y arrebato aunque sí de lucidez vocal por parte de la protagonista. La escena concluyó con un final turbio debido a una pasión excesivamente desenfrenada que acabó por arrancar, por un lado, la camiseta de Felipe a manos de una Mari Pepa entregada a fervientes pasiones, y, por otro, murmullos y risas nerviosas en el público.
Al final de la representación, intérpretes y oyentes pudieron percatarse del exiguo entusiasmo de la ovación final. En resumen, pocos aplausos y “un público divertido que se iba por donde había venido”.
Como conclusión del viaje, hay que señalar que no se pudo disfrutar plenamente de los enredos y conjuntos vocales acaecidos en ese patio de vecinos madrileño en tiempos de verbena. Alguien manipuló el Delorean.

Día: 4 de mayo de 2011
Hora: 21:00h.

Solista/s:
Sandra Ferrández en el papel de Mari Pepa
Marco Moncloa en el papel de Felipe
Emilio Gavira en el papel de Candelas
Marina Rodríguez-Cusí en el papel de Soledad
Itxaro Mentxaka en el papel de Gorgonia
Paco Lahoz en el papel de Cándido
Tony Cruz en el papel de Tiberio
Sandro Cordero en el papel de Atenedoro
Mar Abascal en el papel de Encarna
Quique Gómez Vallalta/ Oliver J. Bartek en el papel de Chupitos
Yasmina Pineda en el papel de Bailarina

Orquesta:
JORCAM Académica y coro

Director/es:
Miguel Roa y Manuel Coves

Dirección de escena:

Juan Carlos Pérez de la Fuente

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