Día: 21 de febrero de 2015
Hora: 11.30h.
Solistas: Clare
Foster, Damian Humbley y Jeremy Blossey
Orquesta: Orquesta
clásica Santa Cecilia
Director/a: Kynan Johns
Obras: Selección de obras de musicales de Broadway.
Director/a: Kynan Johns
Obras: Selección de obras de musicales de Broadway.
No se si alguno
de vosotros siguió mi consejo y acudió a escuchar al Auditorio Nacional el
concierto sobre musicales de Broadway que recomendé en mi página de Facebook: https://www.facebook.com/gemminiani;
yo sí y la verdad es que ha sido todo un acierto. El hallazgo del día fue el director, Kynan Johns, al cual no conocía y que merece todos
los elogios puesto que, a parte de dirigir de una manera estupenda a la
Orquesta Clásica Santa Cecilia, compartió con el público (en inglés, aunque
chapurreando lo que podrían llamarse “palabras clave” en español) el contenido
del programa bromeando y elaborando una complicidad con el público que quedó sobradamente
agradecida en la cuantiosa y explosiva ovación final.
La orquesta me
sorprendió gratamente puesto que hacía años que no escuchaba a esta agrupación.
Impecables todos los intérpretes que, juntos, condujeron la nave temporal
conducida por un musical "Señor Spot" hasta la cima del musical de Broadway. Dentro de la fabulosa agrupación debo destacar la
labor impecable de toda la percusión, esencial en la interpretación de este tipo
de programas con obras compuestas para el cine durante la primera mitad del
siglo XX, en donde se fusionan diferentes estilos y ritmos: swing, ragtime, etc....
La orquesta
acompañó el canto de Clare Foster, Damien Humbley y Jeremy Blossey, todos ellos
cantantes profesionales e incluso actores de teatro conocidos, como es el caso
de Damian Humbley.
De la excelente
interpretación instrumental que ofreció la agrupación no puedo dejar de mencionar la interpretación de las Danzas Sinfónicas de West Side Story (Leonard Bernstein); resultado
ser una de las mejores interpretaciones del famoso Mambo que he tenido la oportunidad de escuchar en directo.
Más difícil de
valorar en su conjunto fueron las interpretaciones vocales de los cantantes por causas ajenas a
ellos. La primera parte del concierto no se escuchó prácticamente nada. Los solistas subían y bajaban del escenario micrófono en mano pareciendo
canturrear las letras de las canciones sin que estas pudieran escucharse bien debido
a un volumen excesivamente bajo, manifestando así un descuido imperdonable por
parte de los técnicos de sonido del Auditorio. La orquesta tapaba casi por
completo a las voces y en ocasiones se tenía la sensación de ver al cantante
mover la boca sin articular sonidos; debido a esto, uno se zambullía en la interpretación instrumental olvidándose por completo del cantante. Algo debió ocurrir
durante el intermedio, puesto que, gracias
a los dioses, el error quedó subsanado en la segunda parte, en la que, por fin,
pudimos escuchar con claridad las divertidas explicaciones del director y
después, disfrutar de las voces de los cantantes sin necesidad de acudir a
nuestra memoria musical, en el caso de obras conocidas, y a la “imaginación
armónica” en el caso de las obras desconocidas. Debido a que la primera parte
del concierto no puedo valorarla en este sentido, pasaré a la segunda, en la que destaco la
interpretación vocal en las obras de Los Miserables (Schoenberg/Boublil): Bring him home (Jeremy Blossey), Stars (Damian
Humbley) y I dreamed a dream (Clare Foster).
Puesto que solamente pude disfrutar plenamente de la segunda parte del concierto, la experiencia general me supo a poco.
Puesto que solamente pude disfrutar plenamente de la segunda parte del concierto, la experiencia general me supo a poco.
Al final el
programa, todo el mundo, excepto los ansiosos que nada más escuchar la tónica
final salían corriendo del recinto, esperábamos el pertinente bis, que llegó engalanado de una originalidad excelente y convertido en una anécdota biográfica del propio Kynan Johns. Tras su explicación, Johns
abandonó a la orquesta en el escenario como director para regresar a los pocos
minutos vistiendo una casaca y convertido en cantante, tras lo cual, se arrancó
a cantar a dúo con Damian Humbley lo que parecía ser una composición suya en la
que dos príncipes discutían en un bosque sobre cual de sus princesas era más hermosa; tras esto, Kynan, convertido de
nuevo en director, nos ofreció una versión de la canción Amigos para siempre en la que participaron los tres solistas.
Fue una manera
extraordinaria de llegar a la comida. El ciclo de Música para Recordar del
Auditorio, en el que se incluía este concierto, sin duda será recordado como
una experiencia diferente en la que el director jugó un papel importantísimo
aportando frescura, modernidad y elegancia.
Una reseña de Lourdes Martín-Serrano, musicóloga.
Una reseña de Lourdes Martín-Serrano, musicóloga.
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